miércoles, 18 de febrero de 2015

Oso González Cap.13




 






 Plan de cumpleaños



        -¿Irás a su cumpleaños? –me giré, sorprendido al ver que los hermanos koala habían parado de discutir.
        -¿Al cumpleaños de quién? –pregunté, curioso.
        -¡Al de Algodón! –gritaron al unísono.
        -Ah, no sabía que sería su cumpleaños. –dije, intentando que no se notase.
        -Es el viernes.
        -¡Sí! ¡Es el viernes! –interrumpió Claire.
        -Vamos a ir a su casa a darle una sorpresa. ¿Te vienes?
        -Sí, ¿por qué no?
        -¡Genial! Entonces, ven a nuestra casa…
        -A las cuatro, -esta vez fue Alexander quién interrumpió a su hermana. –planearemos todo allí.
        Sonó el timbre en el momento en que aceptaba su invitación, y volví a mi clase. Saludé a Selva y a Crisis mientras se iban a la clase de alemán. Cogí sitio al lado de Pal, la gata de la cuál ya me había hecho amigo, y pasé el resto de las clases pensando en el cumpleaños de mi amigo Algodón.

        -¿En cherio? ¡Felicítaloch de mi partech!
        -Lo haré, Pelusa, pero tú también puedes venir.
        -¡Grachiach, peroch he quedadoch con Teo!
        Abrí la puerta y la dejé pasar. Tiré mi mochila a un lado, y fui directo a la cocina. Mis padres estuvieron de acuerdo en dejarme ir, y también en que Pelusa quedase con su amigo. Llamé a Alexander para confirmar su invitación, y me propuso ir andando hasta su casa, pues no quedaba muy lejos.
        Con el último trozo de comida aún en la boca, subí a mi habitación y preparé lo necesario para ir. Esperé hasta las cuatro menos diez, y entonces salí de casa. Me encontré a los hermanos koala discutiendo en la mitad del camino, y continuamos juntos hasta su casa.
        Pensamos durante un buen rato qué hacer, y a la media hora, lo decidimos. Cogimos una cartulina verde y la recortamos en forma rectangular. Más tarde, cuando Algodón debería de estar en la piscina, llamamos a su madre, quién nos comunicó que podíamos llevar a cabo nuestro plan. A pesar de haber hecho una tarjeta de cumpleaños, decidimos también hacerle una tarta, por lo que fuimos a comprar los ingredientes necesarios.
        Preparamos todo lo que podíamos hacer, hasta que a las ocho, llegó el momento de irme. Estaba muy nervioso, pues su cumpleaños sería dentro de dos días, y, aunque ya teníamos todo preparado, estaba emocionado por la sorpresa.
        Llegué a casa, y me alegré de que Pelusa hubiera pasado un buen día. Le di un cálido abrazo y compartí con ella mi ilusión del viernes.

Continuará...

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