domingo, 24 de mayo de 2015

Oso González Cap.15




Vacaciones






     -Oso González. -me levanté y recogí mi boletín de notas de la mano del profesor.
     Habían pasado dos semanas desde el cumpleaños de Algodón, durante las cuales nos habíamos ayudado los cuatro mutuamente con los estudios. Las notas que hoy nos daban reflejarían nuestros esfuerzos.
     Tras dar una decena más de notas, Selva recogió las suyas, y las abrimos a la vez.
     Me alegré al descubrir mis buenas notas. Con tan sólo dos notables, eran bastante parecidas a las de mi compañera, por lo que los dos nos alegramos aún más.
     Cuando sonó el timbre me precipité fuera de clase, en busca de mis amigos, quienes ya me esperaban fuera. Nos comunicamos nuestras notas y saltamos juntos de alegría.
     Volvimos juntos a casa, incluyendo a Pelusa, como hacíamos normalmente. Algodón fue el primero en llegar, y seguidamente, Pelusa y yo nos depedimos de Claire y Alexander.
     Llegamos a casa y nos tiramos en el sofá, pues al fin estábamos de vacaciones. En un par de días sería Navidad, y el árbol ya estaba decorado. En pocas horas partiríamos a casa de mis abuelos para pasar allí la Nochebuena, por lo que me apresuré a comer y a montar en el coche, seguido de Pelusa.
     Tras dos horas de trayecto, llegamos a nuestro destino. Saludamos a nuestros abuelos y nos apresuramos a deshacer las maletas.

     Durante los dos días siguientes no hicimos prácticamente nada. Nos limitamos a tirarnos en el sofá a contemplar la televisión. Así llegamos a Nochebuena, cuando ayudamos a preparar la comida, y nos llenamos con ella.
     Tras la comida, mis abuelos nos ofrecieron dos regalos: uno para Pelusa y otro para mí.
     -¡Gracias! -saltamos, al descubrir una camiseta, que me puse al instante.
     El regalo de mis padres fue un juego de mesa y un puzzle para Pelusa, con el que los dos nos alegramos.
     Al terminar, llamé a mis amigos rápidamente.
     -¡Hola, Oso González!
     -¡Hola! ¿Cómo estáis? ¿Qué os han regalado?
     -A nosotros una pelota y dos pares de patines. -Claire y Alexander fueron los primeros en contestar.
     -A mí un CD de mi grupo favorito. -Algodón también parecía entusiasmado.
     -¡Estoy deseando reunirme con vosotros!

     Tras una conversación que duró diez minutos más, Pelusa y yo estrenamos nuestros regalos y toda la familia, incluyendo a nuestros abuelos, nos reunimos en torno a las mesa del salón para jugar al nuevo juego de mesa, para terminar acostándonos a las dos de la madrugada, pero con una gran ilusión deseando el año nuevo, que tomaría lugar en tan sólo seis días.

Continuará...

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