miércoles, 12 de febrero de 2014

Día 7: Oso González

    ¡He dormido genial! A la una del medidía Foxy y Pelusa me han despertado, y me han contado su aventura a la pastelería: ¡se perdieron por el camino! Al parecer, giraron a la derecha una calle antes, y ¡entraron en otro pueblo! Al final, preguntando a los residentes, consiguieron llegar sanos y salvos.
    Desayué corriendo, para luego poder ir a la playa. Esta vez no hemos comido allí, aunque llevamos la barbacoa. Comenzó a levantarse viento, y la comida se llenó de arena, así que preferimos ir a comer a un restaurante. Por la tarde regresamos a la playa, pero tan sólo estuvimos una hora, pues estábamos cansados.
    De camino a casa, nos encontramos con un cartel que ofrecía clases de repostería gratis durante dos semanas. ¡Aceptamos sin dudarlo! Corrimos hasta la pastelería en la que se celebraba, y nos apuntamos. Lo malo, es que mañana nos tendremos que levantar a las nueve para asistir a la primera clase. Pero, cuando se queda de hacer algo, ¡se hace!
    A las 22:00 empezó un maratón de películas cómicas en el hotel, pero sólo vimos la primera. Al fin y al cabo, mañana tendremos que levantarnos prontísimo, así que lo mejor será acostarnos ya. ¡Y aún quedan más de tres semanas!

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