Día 8: Oso González

    Pffff... Estoy cansado... Me he levantado a las nueve menos diez y me he vestido. No he desayunado, más que nada, porque no me apetecía ponerme a cocinar ahora. Acabo de despertar a Pelusa, y ella va a levantar a Foxy. Vamos a coger el autobús, para ir a la pastelería y recibir la primera clase de repostería.

    Ya hemos vuelto. ¡Nos lo hemos pasado muy bien! Pelusa ha hecho un mini-muñeco de jengibre, mientras que Foxy y yo hemos estado trabajando en una tarta de galletas, que le daremos a Pelusa, pues hace poco ha recibido noticias de su madre, que está ingresada en el hospital. Se ha sentido un poco triste, pero la hemos consolado. Mañana no asistiremos a clase de repostería, pues iremos al pueblo de Pelusa, a visitar a su madre. Lo malo es que se tardan tres horas desde aquí, por lo que nos quedaremos un día completo.

    Foxy ha hecho la comida, y hemos comido unos huevos fritos un tanto quemados. Más tarde hemos ido a laplaya, donde nos hemos pasado tres horas. Volvimos a las ocho, y una hora después, hemos asistido a una obra de teatro organizada por el hotel, en la que nos han dado de comer un delicioso bistec.

    La obra termina a las doce y media, por lo que nos acostaremos a esa hora. Son las once, y el espectáculo ha hecho un descanso, por lo que he subido a escribir en mi diario. Pelusa ya llega; por lo visto, ya ha empezado. Foxy se ha quedado vigilando los asientos. Voy a bajar ya, ¡está muy interesante!